Ahora
que ya sabemos más de nuestra organización sustentable-UV te contamos que a
finales del 2019, se empezó a hablar de un nuevo “virus” en Wuhan, China; nadie
a ciencia cierta, sabía de qué se trataba; y así, inició el año 2020 en todo el
planeta, lejos, muy lejos se encontraba una gran amenaza que muy pocos
imaginaban los efectos que ese nuevo virus ocasionaría, cambiando para siempre
lo que se conocía como “normalidad”.
Los
primeros que advirtieron que “algo sucedía” fueron los hombres de negocios y
los enterados de los cambios que se avecinaban en la Geopolítica…. Omar Cepeda (https://www.elfinanciero.com.mx/opinion/omar-cepeda/hacia-una-nueva-guerra-fria)
nos presenta un recuento del panorama macro económico de estos efectos, al que
hemos denominado Macro-Tanos:
Observamos
una reconfiguración en las potencias mundiales a partir de la devastadora
crisis ocasionada por el virus del Covid-19. Las placas tectónicas de las
relaciones internacionales se mueven a gran velocidad, por un lado se ven
amenazadas prácticas como el multilateralismo, pero por el otro, está
resurgiendo una sociedad global más desafiante.
El
nuevo orden obligará a renovar las instituciones internacionales, a
reestructurar viejos acuerdos comerciales, a buscar nuevas alianzas entre
naciones, a obtener la autosuficiencia alimentaria y energética, además de
destinar más presupuesto a los ejércitos.
En
los últimos meses surgió una evidente confrontación entre China y Estados
Unidos por conquistar una serie de objetivos para apuntalar su liderazgo en la
época pos-Covid, aún indeterminada. China quiere ser la primera economía del
mundo y considera que éste puede ser el momento óptimo. Estados Unidos por su
parte, desea seguir siendo el país dominante.
Después
de la Guerra Fría y la desaparición de la Unión Soviética, transitamos de un
mundo bipolar a uno unipolar liderado por Estaos Unidos. Logró una expansión
ideológica más allá de sus fronteras, mayor poder militar, la economía más
grande del mundo y desarrollar su capacidad de cohesión política. Es decir,
dominaba los cuatro pilares del poder. Pero para finales del siglo XX e inicios
del XXI se fortalecieron otras naciones y regiones, lo que permitió transitar a
un orden multipolar y forzar a nuevos equilibrios y contrapesos.
China,
bajo la presidencia de Deng Xiaoping, impulsó un exitoso plan económico en los
años 80, que empujó a la transformación del país y sacar de la pobreza a más de
700 millones de personas e impulsar un crecimiento económico del 10 por ciento
del PIB entre 1990 y 1997. Rápidamente se puso al acecho de Estados Unidos.
El
resurgimiento de Rusia se dio después de que asumiera el poder Vladimir Putin,
quien dejó atrás la relación complaciente forjada entre occidente y Boris
Yeltsin. De esta manera impulsó su propia estrategia que lo llevó a recuperar
la influencia perdida. Reivindicó el orgullo ruso a partir de exacerbar su
poder geopolítico. Por su parte, la Unión Europea consolidó un modelo
político-social que causó admiración, erigiéndose como un gran Estado con
múltiples naciones y cuya moneda se convirtió, rápidamente, en una de las de
mayor confianza en los mercados financieros globales.
Recordemos
que una de las peculiaridades innatas de las potencias es buscar expandir su
influencia más allá de sus regiones geográficas, apuestas que Estados Unidos,
China, Rusia y la Unión Europea han buscado incansablemente, pero que no todos
lo han conseguido con éxito.
Mientras
Rusia (anexión militar de Crimea) y la Unión Europea (Brexit) han perdido
influencia a nivel regional en la últimas dos décadas, Estados Unidos ha
apuntalado sus zonas de influencia. En plena crisis busca una alianzas con Gran
Bretaña y reposicionarse en Medio Oriente con su acuerdo de paz con los
talibanes (quién lo iba a decir); por su parte China aprovecha la fragilidad de
la economía global para seguir profundizando su predominio en los cinco
continentes. Recordemos que será, junto con India, las únicas naciones que no
registrarán caídas negativas en sus respectivos PIB en este 2020.
Todos
estos factores han abierto nuevas ventanas de oportunidades para que China y
Estados Unidos se posicionen como los líderes globales, pero entre ellos aún
permanece la disputa por el primer lugar. Pero el cascabel lo colocó Wang Yi,
ministro de Relaciones Exteriores chino, al alertar el domingo que están “al
borde de una nueva guerra fría”. Esta palabra alerta de la inestabilidad
internacional que enfrentaremos en los próximos años. Se han enfriado las
relaciones entre las naciones y de reojo se miran escépticas y precavidas.
La
competencia por obtener la vacuna contra el Covid-19 es una de las principales
obsesiones entre ambas potencias. Quien la desarrolle primero logrará el
predominio científico, y también en la innovación tecnológica. Al respecto, los
pilares de la expansión ideológica y de la cohesión política, que mencioné al
inicio de este texto, les permitirá aumentar su predominio global, además de
que su bandera sea aplaudida alrededor del mundo.
Hasta
el momento, Jinping ha demostrado ser mucho más astuto que Trump y ha
aprovechado las pifias constantes del mandatario estadounidense en cuanto al
manejo de esta crisis. Hoy en día, mientras China prepara su recuperación,
Estados Unidos aún navega en el temporal de los millones de contagios y muertes.
La
semana pasada la nación asiática celebró su multitudinaria XIII Asamblea
Popular Nacional donde relanzaron sus 'seis frentes' para salir adelante,
enfocados en el empleo, sector financiero, comercio exterior, inversión
extranjera y doméstica, así como un rubro ambiguo pero interesante, las
expectativas. Fue transmitido a nivel nacional para dejar un mensaje a toda su
gente: hemos controlado al nuevo coronavirus.
Paralelamente,
Estados Unidos vive una atípica campaña electoral bajo cifras de desempleo que
asustan y una sociedad que se impacienta al ver que su presidente se va a jugar
al golf mientras el candidato demócrata reaparece después de dos meses de
ausencia para celebrar, paradójicamente, el Día de los Caídos.
Ante este nuevo panorama Macro-Tanos pregunta: ¿Cuáles serán los mayores impactos que Macro-Tanos puede ejercer sobre una organización sustentable?
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